Despacio, también, podes ser la luna..♫

lunes, 9 de mayo de 2011

Una chica y un banco.

Lamentablemente la rutina nos lleva a ver día tras día los mismos paisajes, como por ejemplo los mismos edificios o negocios que vemos todos los días desde el auto o colectivo, o el mismo encargado de edificio que todos los días esta baldeando la misma vereda por la que todos los días pasamos a la misma hora, ese árbol en particular al que cada vez que pasamos por ahí dirigimos nuestra mirada, etc. Hay momentos en los que no hay nada mejor que un paisaje conocido, pero en otras tantas ocasiones queremos o hacemos cosas fuera de lo habitual, solo para ver algo distinto, así sean tan solo pequeñeces como, ir por otro camino, tomar otro colectivo, ir a ese otro kiosco o algo parecido. 
Que me haya puesto a reflexionar sobre esto tiene un motivo, que tal vez no se relacione de lleno con la rutina pero al principio así lo creía. 

A diario tengo como paso obligatorio la plaza de mi barrio, por lo que todos los días veo los mismos negocios ubicados frente a la plaza, los mismos árboles y plantas, algunos días las mismas personas con sus perros, algún que otro chico repartiendo volantes, siempre varios nenes en los juegos, pero lo que mas me llamaba la atención era esa chica. Una chica que todos los días se encontraba sentada en el mismo banco de la plaza, generalmente mirando al frente, aunque de vez en cuando giraba su cabeza hacia algún costado, pero siempre mirando como a lo lejos, sin fijar si vista en nada. Al principio creí que se trataba de una empleada de algún negocio de la zona en su horario de almuerzo, o una estudiante de la facultad haciendo tiempo, pero no. Pasara a la hora que pasara por allí, ella estaba en ese banco, sin nada en sus manos, ni un bolso, ni un cuaderno y siempre sola. 
Un día, luego de mucho tiempo de observar su extraño comportamiento decidí acercarme, le pedí permiso y con su consentimiento me senté junto a ella en ese mismo banco. Saque mi libro, y el único sonido cercano durante las siguientes dos horas fue el de las hojas de mi novela. Pasadas las dos horas no podía mas con mi genio y le pregunte "Sos de por acá?"  A lo que lógicamente respondió !Si, vivo acá no más, unas pocas cuadras." 
Si, por fin logre iniciar una conversación! Inmediatamente y sin dejar que el silencio volviera a ser protagonista le dije "Te veo siempre, todos los días paso por esta plaza y te veo acá sentada. ¿Trabajas o estudias por acá?"
"No" me dijo "Solo espero" Al mirarme y notar en mí tanta intriga comenzó su explicación. "Hasta hace un tiempo yo salía con alguien, el es la única persona a la que ame y al menos hasta hoy sigo amando" Al ver la atención que estaba prestando a cada una de sus palabras, ella se sonrió y siguió con su historia. 
"Todo termino hace un año, y este era ""nuestro lugar"" Enseguida interrumpí, queriendo entender dije "Pero si todo termino, y hace tanto tiempo, ¿Que es lo que esperas?"

Ella enseguida me contesto "Si, suena algo extraño. Pero el no cerro nada, me dijo que iba a volver algún día, y que lo esperara. Así que yo, desde hace un año, vengo todos los días a esta plaza, a sentarme en este banco a esperarlo" 
Yo me quede sin palabras, pero seguramente la expresión de mi cara se encargo de demostrarle todo mi asombro. A los dos o tres minutos me digne a hablar. "¿Pero no te aburrís? ¿No te cansas de estar acá sentada día tras día esperando que llegue ese "algún día"?" 
Ella una vez mas sonrió y me dijo "Si, hay momentos en los que me aburro o me canso, otros en los que me enojo y otros tantos en los que me pongo muy triste. En esos momentos solo quiero levantarme e irme, Pero enseguida me invade una esperanza, tal vez absurda, y empiezo a imaginar que lindo y feliz seria ese momento si ese "algún día" es este día." Yo solo moví mi cabeza como asintiendo sus palabras, ella miro hacia abajo unos segundos, luego levanto su mirada y dijo "Igualmente este es mi ultimo día en este banco, el ultimo día de espera. Ya espere mucho tiempo, ya no quiero esperar mas, mañana no quiero este paisaje. Voy a dejar de esperar y comenzar a buscar algo nuevo."
Como ya se había hecho muy tarde y no creí en sus ultimas palabras, ya que todos los días la veía ahí en ese banco, le desee mucha suerte, la salude y me fui. 
Al otro día salí de casa pensando en ella, en su historia y en pasar a saludarla. Al llegar a la plaza vi, con asombro, que ese banco estaba vacío. Me pare unos segundos y cuando me dispuse a seguir camino un chico se acerco y se sentó en el banco. 
El, al ver como lo mire, me pregunto. "Disculpame, no viste a una chica de pelo claro, ojos marrones..." y toda una descripción que coincidía de lleno con la chica del banco. 
Así que le dije "Ah, sos vos? Este era su lugar? El de ustedes?" 

Asombrado respondió. "Si. La conoces?, Yo vengo de su casa y ya no vive ahí, los vecinos dicen que se fue a vivir al interior, pero yo no lo creí y vine acá a buscarla." 
Inmediatamente y sin pensar dije. "Llegaste tarde, durante todo el último año ella vino día tras día a sentarse en ese banco a esperarte, pero ayer fue su último día. Me dijo que se canso y que necesitaba algo nuevo. Si te hubieras acordado antes, o tan solo ayer... Pero hoy ya es tarde."
Con muecas de tristeza y lágrimas en los ojos dijo. "Cómo es posible? Justo hoy se le ocurre irse? Ella es a la única persona que ame!" 
A lo que indignado respondí. "Pensabas que te iba a esperar toda la vida? No te parece que espero ya demasiado tiempo motivada solo por la ilusión de que algún día ibas a volver?" 
El se levanto, me miro y me dijo. "Nunca creí en eso de que mañana puede ser tarde y me deje llevar por lujos, luces de colores y cosas que nunca llegaron a llenarme. Creía que lo tenía todo, pero lo único que siempre me lleno era ella, nunca deje de pesar en este lugar ni en ese "algún día". No se si por cobarde o por miedo a perderme de cosas, hoy sin sentido, nunca se lo hice saber. No pensé que podía llegar a perder lo único que tanto quiero y lo único que siempre quise tener." 
Me saludo, me dio las gracias y por ultimo, mirándome a los ojos, dijo. "Espero que nunca te pase lo mismo que a mí, no dejes pasar las cosas buenas de la vida, puede que no las recuperes nunca. Realmente mañana puede ser demasiado tarde." 
El se dio media vuelta y se fue por donde vino. 

Yo me quede ahí unos pocos segundos, y luego empecé a caminar. 
Florencia Paz.

1 comentario:

  1. Hermoso Flor. Me gusto mucho la historia, aparte de ser muy cierto el final desde luego. Un saludo!

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